Mercurio en Perú: Un Veneno que No Cesa

Una amenaza silenciosa pero letal se extiende por los ríos, suelos y cuerpos de las poblaciones más vulnerables de Perú. El mercurio, un metal pesado altamente tóxico, se ha convertido en el protagonista de una de las crisis ambientales y de salud pública más graves del país. La reciente confirmación de altos niveles de este veneno en la sangre de la población indígena Nahua, en la región de Ucayali, es solo la punta del iceberg de un problema que tiene sus raíces en la minería ilegal descontrolada y en pasivos ambientales que datan de la época colonial. Este metal no solo destruye la biodiversidad amazónica, sino que envenena lentamente a quienes dependen de los recursos naturales para subsistir, dejando una estela de enfermedades y un futuro incierto.

La Magnitud del Problema: Cifras que Alarman

Para comprender la dimensión de esta catástrofe ecológica, es fundamental observar las cifras. Según estimaciones del Ministerio del Ambiente, en los últimos 20 años se han arrojado más de 3000 toneladas de mercurio a los ríos amazónicos. Este vertido masivo ha contaminado de forma irreparable el agua, los organismos acuáticos y, por consiguiente, a las poblaciones humanas que dependen del pescado como principal fuente de alimento. La actividad que impulsa este desastre, la minería aurífera ilegal e informal, también es responsable de una deforestación galopante. Solo en la región de Madre de Dios, se han perdido aproximadamente 30,000 hectáreas de bosque tropical en las últimas dos décadas, dejando un paisaje desolador de suelos degradados y ecosistemas destruidos.

Madre de Dios: El Epicentro de la Fiebre del Oro y el Mercurio

Si hay una región que simboliza la tragedia del mercurio en Perú, esa es Madre de Dios. Considerada la capital de la biodiversidad del país, hoy es también el epicentro de la minería ilegal. Francisco Román, director científico del Centro de Innovación Científica Amazónica (CINCIA), señala que los casos más agudos de contaminación se localizan aquí y en La Rinconada (Puno). La búsqueda incesante de oro ha llevado a la utilización masiva de mercurio para amalgamar el precioso metal, un proceso rudimentario que libera grandes cantidades de tóxicos al ambiente.

Estudios científicos, como los realizados por el Carnegie Amazon Mercury Project (CAMEP), han pintado un cuadro desolador. Una investigación en 2013 encontró que más del 75% de las personas evaluadas en diversas comunidades de Madre de Dios tenían niveles de mercurio por encima de los límites permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En la ciudad de Puerto Maldonado, el 78% de los adultos analizados presentaban niveles que triplicaban el valor permitido. La contaminación no se detiene en los humanos; de 15 especies de peces analizadas, nueve superaban los estándares internacionales de mercurio, confirmando que el veneno ha ingresado de lleno en la cadena alimenticia. La situación llegó a ser tan crítica que el gobierno peruano declaró en emergencia sanitaria a 11 distritos de la región, una medida que, aunque necesaria, evidencia la gravedad de una crisis que sigue sin control.

Huancavelica: Una Herencia Tóxica de la Colonia

La problemática del mercurio no es exclusiva de la Amazonía ni de la minería aurífera moderna. En la región andina de Huancavelica, la contaminación es una herencia histórica que se remonta a la época colonial. Aquí funcionó la mina Santa Bárbara, conocida como la "mina de la muerte", el principal centro de extracción de mercurio del virreinato, utilizado para procesar la plata de Potosí. Siglos después, el legado tóxico persiste.

Alicia Abanto, de la Defensoría del Pueblo, explica que barrios enteros de la ciudad de Huancavelica están asentados sobre suelos contaminados. Muchas viviendas, construidas con adobe y tapial, utilizan tierra local que contiene mercurio. Esto provoca que sus habitantes respiren vapores tóxicos de manera constante, día y noche. Un estudio del Consejo de Salud Ambiental de EE.UU. reveló que el 75% de las casas evaluadas tenían niveles de mercurio en paredes, pisos y aire interior por encima de los valores permisibles, poniendo en riesgo a unas 19,000 personas. Se trata de una contaminación invisible y crónica que afecta la salud de generaciones enteras, especialmente de las familias más pobres que no pueden costear la remodelación de sus hogares para aislarse del veneno que emana del suelo.

La Amenaza se Expande: Cusco, Puno y la Amazonía Profunda

El alcance del mercurio va más allá de Madre de Dios y Huancavelica. En regiones como Cusco y Puno, la situación es igualmente preocupante.

• Pueblos Indígenas en Aislamiento y Contacto Inicial (PIACI): El caso del pueblo Nahua, en la reserva territorial Kugapakori Nahua Nanti y otros (entre Cusco y Ucayali), es dramático. Un 78% de los miembros analizados presentan altos niveles de mercurio. Similarmente, un estudio en la comunidad Maizal del pueblo Machiguenga, dentro del Parque Nacional del Manu, reveló que el 100% de las personas evaluadas estaban contaminadas, a pesar de que la minería ilegal se encuentra a un día de viaje en bote. Esto demuestra cómo el mercurio viaja a través de los ríos y el aire, afectando incluso a las áreas protegidas más remotas.
• Puno y el Lago Titicaca: En la sierra, el centro minero de La Rinconada, en el distrito de Ananea, es otro foco crítico. La actividad minera contamina los suelos y las aguas superficiales que alimentan la cuenca del río Ramis. Estudios han evidenciado altas concentraciones de mercurio en peces emblemáticos del Lago Titicaca, como el pejerrey y el carachi, lo que representa un grave riesgo para la seguridad alimentaria de toda la región del Altiplano.

Tabla Comparativa de Zonas Críticas

Preguntas Frecuentes sobre la Contaminación por Mercurio

¿Por qué se usa mercurio en la minería de oro?

El mercurio se utiliza en la minería artesanal y de pequeña escala porque tiene la capacidad de adherirse al oro, formando una amalgama. Esta mezcla se calienta posteriormente para que el mercurio se evapore, dejando el oro puro. Es un método barato y sencillo, pero extremadamente contaminante, ya que el mercurio evaporado contamina el aire y el mercurio líquido sobrante se vierte en los ríos y suelos.

¿Cuáles son los efectos del mercurio en la salud humana?

El mercurio es un potente neurotóxico. La exposición, incluso a niveles bajos, puede causar graves problemas de salud. Afecta el sistema nervioso central y periférico, provocando temblores, insomnio, pérdida de memoria, efectos neuromusculares y dolores de cabeza. En mujeres embarazadas, puede atravesar la placenta y causar daños neurológicos irreversibles en el feto. Los niños son especialmente vulnerables a sus efectos.

¿Es seguro comer pescado de los ríos amazónicos?

El riesgo depende de la especie de pez y de la frecuencia de consumo. El mercurio en los ríos se transforma por acción de las bacterias en metilmercurio, una forma mucho más tóxica que se acumula en los tejidos de los organismos vivos. Los peces carnívoros grandes, que están en la cima de la cadena alimenticia (como el zúngaro o la doncella), tienden a acumular mayores concentraciones. Las poblaciones que dependen del pescado como fuente principal de proteína enfrentan un riesgo muy elevado.

¿Existen alternativas para una minería sin mercurio?

Sí, existen tecnologías más limpias. Una de las más mencionadas son las mesas gravimétricas, que separan el oro de otros minerales mediante vibración y el uso de agua, aprovechando la alta densidad del oro. Sin embargo, estas tecnologías requieren una inversión inicial más alta, lo que dificulta su adopción por parte de los mineros informales o ilegales, que a menudo operan con recursos limitados y al margen de la ley. La solución al problema no es solo tecnológica, sino también social, económica y de gobernanza.

En conclusión, la contaminación por mercurio en Perú es una herida abierta que afecta la salud de sus ecosistemas y de su gente. A pesar de los múltiples estudios y diagnósticos que confirman la gravedad del problema, las acciones para enfrentarlo de manera integral siguen siendo insuficientes. Se requiere una intervención estatal decidida, que no solo fiscalice y controle la minería ilegal, sino que también ofrezca alternativas económicas viables a las poblaciones que dependen de ella y, fundamentalmente, que atienda la emergencia sanitaria de miles de peruanos envenenados por la indiferencia y la codicia.