La Calera: Dos Caras del Cuidado del Agua

El agua, ese recurso esencial que damos por sentado, es el pilar de la vida y el motor silencioso de nuestras economías. Sin embargo, su gestión, protección y aprovechamiento presentan realidades muy distintas alrededor del mundo. Curiosamente, un mismo nombre, "La Calera", nos transporta a dos escenarios que ilustran perfectamente este contraste: uno en Colombia, sinónimo de pureza embotellada desde su origen, y otro en México, epicentro de un ambicioso proyecto para restaurar un acuífero vital. A través de estas dos historias, exploraremos cómo la industria y las comunidades interactúan con el agua, desde la preservación de su estado prístino hasta la intervención activa para asegurar su futuro.

El Manantial de los Andes: Pureza Intacta en La Calera, Colombia

En las altas montañas del municipio de La Calera, Cundinamarca, a más de 3.100 metros sobre el nivel del mar, nace una historia de agua y visión. Hace más de tres décadas, el italiano Graciano Pregonezzi, tras un exhaustivo recorrido por Colombia en busca del agua perfecta, encontró en esta región una calidad inigualable. Convencido de su hallazgo, adquirió el terreno y fundó un proyecto pionero: envasar agua de manantial en cajas de cartón. Este proyecto no tardó en llamar la atención de gigantes de la industria, y fue así como Coca-Cola Femsa se involucró, dando origen a lo que hoy conocemos como Agua Manantial.

Lo que hace especial a esta agua es su origen y su proceso, o más bien, la ausencia de uno complejo. El agua de Manantial es 100% natural, captada directamente de la fuente y llevada a la botella sin ningún tipo de tratamiento químico o de purificación artificial. Su pureza está garantizada por el ecosistema de páramo que la filtra naturalmente. Este compromiso con la calidad se respalda con las más altas certificaciones internacionales, como la ISO 9001 (gestión de calidad), ISO 22000 (seguridad alimentaria) y PAS 220, que aseguran que cada gota que llega al consumidor es tan pura como en su origen. Este nivel de excelencia ha sido reconocido con prestigiosos galardones como el Superior Taste Award y el Monde Selection, que premian su calidad y sabor excepcionales.

Responsabilidad que Fluye: El Compromiso de la Planta Colombiana

El éxito de la planta de Agua Manantial no se mide solo en litros embotellados, sino también en su compromiso con el entorno que le provee su recurso más preciado. La operación se rige por un profundo respeto al ecosistema. En el ámbito ambiental, la planta ha implementado un robusto programa de reciclaje y, de manera crucial, cuenta con un sistema de tratamiento para el agua utilizada en sus procesos. Esta agua, una vez tratada, es devuelta en condiciones óptimas a la quebrada cercana, cerrando un ciclo de uso responsable y asegurando un impacto mínimo en la cuenca hídrica local.

En el frente social, la responsabilidad de Coca-Cola Femsa se materializa en acciones concretas para la comunidad de La Calera. La compañía ha donado seis parques biosaludables, promoviendo el bienestar y la actividad física entre los habitantes. Además, desarrolla programas de apoyo y beneficios para los niños que estudian en las veredas aledañas a la planta, reconociendo que el desarrollo sostenible debe incluir el progreso de las comunidades locales. Este modelo de operación demuestra que es posible conjugar el éxito comercial con un genuino cuidado ambiental y social.

La Otra Calera: Un Acuífero Mexicano y la Lucha por su Futuro

A miles de kilómetros de distancia, en el estado de Zacatecas, México, el nombre "Calera" resuena con un eco diferente. Aquí no hablamos de un manantial de montaña, sino de un vasto acuífero subterráneo que es vital para la agricultura y el consumo humano, y que se encuentra bajo estrés hídrico. En este contexto, la multinacional de bebidas AB InBev, líder mundial en producción de cerveza, ha puesto en marcha una de sus iniciativas de sostenibilidad más importantes a nivel global.

Para una cervecera, el agua no es solo un ingrediente; es el ingrediente principal. Como lo expresó Rubens Silva, un alto directivo de la compañía, "la sustentabilidad es nuestro negocio". Esta filosofía ha llevado a AB InBev, a través de Grupo Modelo y en alianza con la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sostenible (GIZ), a lanzar el proyecto "Aguas Firmes". Con una inversión de más de diez millones de dólares, este programa busca proteger y recargar los acuíferos de Calera (Zacatecas) y Apan (Hidalgo), zonas cruciales para el cultivo de granos que utiliza la compañía.

El objetivo es ambicioso y se basa en soluciones inspiradas en la naturaleza y la tecnología. Para 2024, se proponen lograr una recarga de dos millones de metros cúbicos de agua en ambos acuíferos mediante reforestación y obras de conservación. Paralelamente, el proyecto busca reducir el consumo de agua en la agricultura en más de 30 millones de metros cúbicos anuales. Esto se logrará a través de la tecnificación del riego para cerca de 700 agricultores en 10.000 hectáreas, apoyándolos con créditos blandos, seguros y capacitación. Se estima que estas acciones no solo beneficiarán a la empresa y a los agricultores, sino a más de 700.000 personas que dependen de estos acuíferos.

Tabla Comparativa: Dos Enfoques para un Recurso Vital

Preguntas Frecuentes (FAQ)

¿El agua Manantial de La Calera, Colombia, recibe algún tipo de tratamiento?

No. Una de sus características más destacadas es que es 100% natural. Se embotella directamente desde el manantial sin añadir ni quitar nada, confiando en el filtro natural del ecosistema de páramo para garantizar su pureza.

¿Qué es exactamente el proyecto "Aguas Firmes"?

Es una iniciativa de AB InBev en colaboración con la GIZ en México para proteger y mejorar la salud de dos acuíferos clave. Sus principales acciones son la reforestación, la construcción de infraestructura para la conservación del suelo y el agua, y la modernización de las técnicas de riego agrícola para reducir drásticamente el consumo de agua.

¿Por qué una empresa como AB InBev invierte tanto en sostenibilidad?

Porque su negocio depende directamente de recursos naturales como el agua y los granos. Asegurar la disponibilidad y calidad de estos recursos a largo plazo no es solo una acción de responsabilidad social, sino una estrategia de negocio fundamental para garantizar su propia viabilidad futura y la de las comunidades donde opera.

Además del agua, ¿qué otras metas de sostenibilidad tiene AB InBev?

La compañía tiene metas ambiciosas para 2025, que incluyen que el 100% de su energía contratada provenga de fuentes renovables, reducir en un 25% las emisiones de carbono en toda su cadena de valor, y que el 100% de sus empaques sean retornables o fabricados con una mayoría de contenido reciclado.

Las dos historias de La Calera nos enseñan una lección poderosa: nuestra relación con el agua debe ser activa y consciente. Ya sea protegiendo la pureza de un manantial en la cima de una montaña o trabajando incansablemente para restaurar un acuífero en una llanura agrícola, el futuro del agua está en nuestras manos. La colaboración entre empresas, gobiernos y, sobre todo, comunidades, es la única vía para garantizar que este recurso vital continúe fluyendo para las generaciones venideras.