14/08/2025
En el reciente cierre del 45° Consejo Federal Agropecuario, el presidente Alberto Fernández dejó una serie de reflexiones que trazan un panorama complejo y desafiante para Argentina en la intersección de la producción, la economía y el medio ambiente. Sus palabras, enmarcadas por una de las peores sequías de la historia del país, abren un debate necesario sobre el modelo de desarrollo nacional, los impactos del cambio climático y el verdadero compromiso del país con la sostenibilidad. Más allá de un simple discurso, sus declaraciones invitan a un análisis profundo sobre el camino que Argentina debe tomar para conciliar sus necesidades económicas con la urgencia de la crisis ecológica global.

El Doble Filo del Clima: De la Escasez a la Abundancia Peligrosa
La declaración del presidente, "Yo pensé que la sequía era la última pero ahora corremos el riesgo de que nos sobre el agua", encapsula a la perfección la volatilidad climática que define nuestra era. No se trata de eventos aislados, sino de un patrón de extremos que el cambio climático está intensificando. La sequía histórica que azotó a las economías regionales no es solo una mala racha; es una señal de alerta sobre la vulnerabilidad de un sistema productivo altamente dependiente de condiciones climáticas estables.
El impacto va más allá de la pérdida de cosechas. Afecta las reservas de agua dulce, degrada los suelos, aumenta el riesgo de incendios forestales y pone en jaque la subsistencia de miles de pequeños y medianos productores. Cuando el presidente lamenta que "muchas veces la política no ayuda" a resolver estos problemas, apunta a una verdad incómoda: la necesidad de políticas de Estado a largo plazo que trasciendan los ciclos electorales y se enfoquen en la adaptación y mitigación del cambio climático. La gestión del agua, la reforestación, la promoción de cultivos más resistentes y la inversión en tecnología para el monitoreo climático ya no son opciones, son imperativos para la supervivencia económica y ambiental del país.
Argentina y su Compromiso Ambiental: Entre el Discurso y la Realidad
La afirmación de que "Argentina es uno de los países que más cuida" al medio ambiente es audaz y merece ser analizada con detenimiento. Si bien el país cuenta con una vasta red de parques nacionales y ha avanzado en ciertas legislaciones, enfrenta contradicciones significativas. La idea de superar el "extractivismo", mencionada por el propio presidente, choca con la realidad de una economía fuertemente anclada en la exportación de materias primas sin procesar, tanto agrícolas como mineras.
Para visualizar esta tensión, podemos comparar los objetivos declarados con los desafíos actuales:
| Objetivo Declarado | Desafío Estructural |
|---|---|
| Agregar valor a la producción primaria. | Alta dependencia de la exportación de granos (soja, maíz) y minerales sin un significativo procesamiento industrial local. |
| Proteger la biodiversidad y los ecosistemas. | Persistente deforestación en regiones clave como el Gran Chaco, impulsada por la expansión de la frontera agropecuaria. |
| Transición hacia energías más limpias. | Fuertes inversiones y subsidios en la explotación de hidrocarburos no convencionales (Vaca Muerta). |
Superar el extractivismo implica una reingeniería profunda del modelo económico. Significa invertir en ciencia y tecnología para desarrollar bioinsumos, fomentar la agroecología, crear cadenas de valor que transformen las materias primas en productos con mayor elaboración y, fundamentalmente, asegurar que el desarrollo económico no se haga a costa del capital natural del país.
Una Visión Integral: El Concepto "Una Salud"
Quizás uno de los avances más significativos y menos mediáticos mencionados indirectamente en este contexto es la firma del decreto reglamentario de la Ley de Prevención y Control de la Resistencia a los Antimicrobianos. Este hecho, que podría parecer ajeno al debate agropecuario, es en realidad una pieza central del rompecabezas ecológico.
La ministra de Salud, Carla Vizzotti, destacó que la ley se basa en el enfoque Una Salud (One Health), un concepto que reconoce la interconexión indisoluble entre la salud humana, la salud animal y la salud del ambiente. La resistencia antimicrobiana es un ejemplo perfecto de esta interconexión: el uso excesivo de antibióticos en la ganadería intensiva no solo genera "superbacterias" que pueden afectar a los humanos, sino que también contamina suelos y cursos de agua, alterando ecosistemas enteros.
Esta ley es pionera porque aborda el problema de forma integral. Regular el expendio de antibióticos en la producción animal es una política ambiental de primer orden. Implica repensar las prácticas ganaderas, promover sistemas de cría más sostenibles y reducir la carga química sobre el medio ambiente. Es un paso concreto que alinea a Argentina con las discusiones sanitarias y ecológicas más avanzadas a nivel global, demostrando que la salud del planeta y la de sus habitantes son dos caras de la misma moneda.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
¿Qué es exactamente el "extractivismo"?
El extractivismo es un modelo de desarrollo económico basado en la explotación y exportación de grandes volúmenes de recursos naturales con poco o ningún procesamiento. Se centra en la extracción (minería, petróleo, agricultura a gran escala) para vender la materia prima en el mercado global, generando dependencia de los precios internacionales y, a menudo, significativos impactos sociales y ambientales.
¿Cómo se conecta la resistencia a los antibióticos con el medio ambiente?
Cuando se utilizan antibióticos de forma masiva en la cría de animales, los residuos de estos medicamentos y las bacterias resistentes que se generan pueden pasar al medio ambiente a través de los excrementos y efluentes. Contaminan el suelo, los ríos y las aguas subterráneas, afectando a la fauna y flora local y pudiendo reingresar a la cadena alimentaria humana.
¿Qué significa "agregar valor" en el sector agropecuario?
Significa transformar la materia prima en productos más elaborados antes de exportarla. Por ejemplo, en lugar de exportar solo el grano de soja, se puede procesar para obtener aceite, harina, biodiesel, proteínas texturizadas, etc. Esto no solo genera más ingresos económicos, sino que también crea empleos industriales y reduce la huella de carbono asociada al transporte de grandes volúmenes de materia prima.
En conclusión, las recientes declaraciones del presidente Fernández sirven como un catalizador para una conversación crucial. Argentina se encuentra en una encrucijada, enfrentando las consecuencias directas de una crisis climática global mientras busca un modelo de desarrollo que sea económicamente viable y ambientalmente sostenible. El camino a seguir exige más que discursos; requiere acciones coherentes y valientes que transformen la estructura productiva del país, protejan su invaluable patrimonio natural y adopten de manera definitiva una visión integral donde la salud del campo, de los animales y de las personas sea entendida como una sola e indivisible.
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