29/07/2025
Quienes visitan la costa atlántica argentina año tras año son testigos de un fenómeno tan sutil como implacable: la playa parece encogerse. Donde antes había una amplia franja de arena para disfrutar del sol, hoy el agua llega casi hasta los balnearios. No es solo una percepción ni el efecto de un verano con más turistas. Es la manifestación visible de un problema grave y creciente que amenaza nuestro litoral: la erosión costera, un proceso natural que el cambio climático ha acelerado a un ritmo alarmante, poniendo en jaque no solo nuestras vacaciones, sino también hogares, ecosistemas y economías locales.
Este desgaste de la línea costera, que afecta a la arena, los médanos y los acantilados, es una de las consecuencias más directas del calentamiento global en nuestro país. El aumento del nivel del mar y la mayor frecuencia e intensidad de las tormentas, como las temidas sudestadas, están redibujando el mapa de nuestras playas. Lo que está en juego es mucho más que un paisaje; es un patrimonio natural y el futuro de miles de personas que viven en estas zonas vulnerables.
El Mapa de la Erosión: Las Zonas Más Críticas de Argentina
El avance del mar no afecta a todo el litoral por igual. La provincia de Buenos Aires concentra los puntos más críticos, donde la urbanización descontrolada ha agravado la situación. Sin embargo, la Patagonia también sufre este embate, aunque de una forma menos visible para el público general. Basado en estudios de especialistas como Federico Isla, investigador del Conicet, podemos trazar un mapa de las áreas más comprometidas.
La situación es tan delicada que en algunos lugares ya se habla de la necesidad de expropiar propiedades en riesgo inminente de derrumbe. La pérdida de la playa, que actúa como una barrera de protección natural, deja a las construcciones expuestas a la furia del mar. El caso de una casa que se derrumbó en Mar del Tuyú en 2021 es un presagio de lo que podría convertirse en una escena común si no se toman medidas urgentes.
Tabla Comparativa de Zonas Afectadas
Para comprender la magnitud del problema, aquí presentamos un resumen de las tasas de retroceso en diferentes puntos de la costa argentina:
| Ubicación | Tasa de Retroceso Anual (Aproximada) | Características del Problema |
|---|---|---|
| Partido de la Costa (Las Toninas, Santa Teresita, Mar del Tuyú) | 1 metro | Pérdida crítica de arena, afectación directa a propiedades privadas y riesgo de derrumbes. |
| Villa Gesell / Pinamar | 1 a 2 metros | Fuerte retroceso de las escarpas de dunas, agravado por la urbanización sobre la primera línea de médanos. |
| Mar del Plata / Necochea | 0.5 metros | La costa rocosa (acantilados) ofrece más resistencia, pero el retroceso es constante y significativo. |
| Costa Patagónica (Playa Unión, Rada Tilly) | 0.5 metros | Menos visible por baja población, pero el volumen de pérdida es inmenso debido a acantilados de hasta 100 metros de altura. |
Los Verdaderos Culpables: Un Cóctel de Naturaleza y Negligencia
La erosión costera no tiene una única causa, sino que es el resultado de una combinación de factores naturales exacerbados por el cambio climático y una crónica falta de planificación.
Aumento del Nivel del Mar
El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) es claro: el nivel del mar está subiendo. Las proyecciones indican un aumento de entre 40 y 80 centímetros para el año 2100. Este aumento, aunque parezca pequeño, tiene un impacto enorme. Un nivel de base más alto permite que las olas y las mareas de tormenta penetren mucho más adentro en la costa, erosionando zonas que antes estaban fuera de su alcance.
Sudestadas: Tormentas Más Frecuentes e Intensas
Las sudestadas son un fenómeno meteorológico característico de nuestra región. Sin embargo, el cambio climático está alterando sus patrones. Ahora son más recurrentes y más violentas. Una sola tormenta intensa puede causar un retroceso de la línea costera de varios metros en cuestión de horas, un daño que a la naturaleza le llevaría años infligir. El año 2021, con tres sudestadas de gran magnitud, fue un claro ejemplo de esta nueva y peligrosa normalidad.
La Huella Humana: Falta de Planificación Urbana
Durante décadas, se construyó sobre la primera línea de dunas, eliminando la defensa natural más importante de la costa. Loteos y edificaciones se aprobaron sin tener en cuenta la dinámica costera. Aunque normativas como el Decreto Ley 8912 de 1977 en Buenos Aires intentaron poner un freno estableciendo una franja de resguardo, su aplicación ha sido laxa y, en muchos casos, insuficiente. La falta de una Ley de Costas a nivel provincial o nacional que regule de manera estricta el uso del suelo costero es una de las deudas pendientes más graves. Los municipios, a menudo, fomentan ampliaciones urbanas que agravan el problema, priorizando el desarrollo inmobiliario a corto plazo sobre la sostenibilidad a largo plazo.
El Agua que Bebemos: Otra Víctima Silenciosa
La crisis no termina en la orilla. Debajo de nuestros pies, otro recurso vital está en peligro: el agua dulce. Las zonas costeras, especialmente las que se asientan sobre cordones de médanos, dependen de acuíferos de agua dulce (napas freáticas) que son extremadamente frágiles.
El crecimiento descontrolado de loteos, muchos sin una red de agua potable ni cloacas, está generando una doble presión. Por un lado, la extracción masiva de agua a través de perforaciones domiciliarias para satisfacer la demanda, especialmente en verano, agota estas reservas. Si se extrae demasiada agua dulce, se corre el riesgo de que el agua salada del mar la contamine, un proceso conocido como intrusión salina. Por otro lado, la descarga de aguas residuales en pozos negros contamina la misma napa de la que se extrae el agua para consumo. Es un ciclo insostenible que amenaza la salud pública y limita el desarrollo futuro de estas localidades.
¿Hay Solución? Entre Obras Millonarias y Leyes Ausentes
Frenar la erosión costera es un desafío complejo y costoso. Existen soluciones, pero requieren de una fuerte inversión y, sobre todo, de una voluntad política que hasta ahora ha sido escasa.
Soluciones de Ingeniería: El Repoblamiento de Playas
Una de las técnicas más efectivas es el "repoblamiento" o "realimentación" de playas. Consiste en traer arena desde bancos submarinos, ubicados a varios kilómetros de la costa, y depositarla en las playas erosionadas para devolverles su ancho original. En 1998, Mar del Plata realizó una obra de este tipo con gran éxito, utilizando dragas belgas. Más recientemente, en 2021, se hizo una obra similar en Camboriú, Brasil. El problema es su costo: hace 25 años, traer una draga costaba un millón de dólares. Hoy, la cifra es significativamente mayor. Es una solución efectiva pero económicamente inviable para la mayoría de los municipios afectados sin un fuerte apoyo provincial y nacional.
La Necesidad de una Política Costera
Más allá de las obras, la solución de fondo es la planificación urbana y la gestión integrada de la costa. Se necesita con urgencia una Ley de Costas que establezca reglas claras sobre dónde y cómo se puede construir, que proteja los médanos vivos y que planifique un retroceso ordenado en las zonas que ya son irrecuperables. Es fundamental que la provincia de Buenos Aires, epicentro del problema, asuma un rol de liderazgo y deje de aprobar loteos en zonas de alto riesgo sin garantizar primero la sostenibilidad de la playa y el acceso al agua dulce.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
¿Qué es la erosión costera?
Es el proceso natural de desgaste y retroceso de la línea de la costa debido a la acción de las olas, las mareas y el viento. El cambio climático lo está acelerando drásticamente.
¿Cuáles son las principales causas del problema en Argentina?
La combinación de tres factores: el aumento del nivel del mar por el calentamiento global, la mayor frecuencia e intensidad de las tormentas (sudestadas) y una histórica falta de planificación urbana que permitió construir sobre las defensas naturales de la costa.
¿Qué zonas son las más afectadas?
Toda la costa de la provincia de Buenos Aires es muy vulnerable, con puntos críticos en el Partido de la Costa, Villa Gesell y Pinamar. La costa patagónica también sufre un retroceso significativo, aunque es menos evidente por su menor densidad de población.
¿Tiene solución este problema?
Sí, pero requiere un enfoque doble. Por un lado, obras de ingeniería costosa como el repoblamiento de playas. Por otro lado, y más importante a largo plazo, la implementación de políticas de Estado firmes, como una Ley de Costas, que regulen el uso del suelo y protejan los ecosistemas costeros.
¿Cómo afecta esto al agua potable de la costa?
El crecimiento desordenado provoca una sobreexplotación de los acuíferos de agua dulce. Al mismo tiempo, la falta de sistemas cloacales contamina estas reservas con aguas residuales, poniendo en riesgo la disponibilidad y potabilidad del agua para los residentes y turistas.
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