RAH: La Clave para un Aire Interior Saludable

Pasamos cerca del 90% de nuestro tiempo en interiores, ya sea en casa, en la oficina o en centros comerciales. Sin embargo, rara vez nos detenemos a pensar en la calidad del aire que respiramos en estos espacios cerrados. Solemos asociar la contaminación con el humo de los coches y las fábricas, pero la realidad es que el aire interior puede estar hasta cinco veces más contaminado que el exterior. Aquí es donde entra en juego un concepto fundamental para nuestra salud y bienestar: las Renovaciones de Aire por Hora (RAH). Este indicador, aunque técnico, es la clave para entender cómo de rápido se limpia el aire de un espacio y cómo podemos protegernos de virus, bacterias, alérgenos y otros contaminantes invisibles.

¿Qué son exactamente las Renovaciones de Aire por Hora (RAH)?

Las Renovaciones de Aire por Hora, conocidas por sus siglas RAH (o ACH en inglés, por Air Changes per Hour), son una medida que indica cuántas veces el volumen total de aire de una habitación o espacio cerrado es reemplazado por aire nuevo y fresco en el transcurso de una hora. No se trata simplemente de mover el aire con un ventilador, sino de un proceso de sustitución real: el aire viciado y cargado de contaminantes sale y aire limpio del exterior entra.

Imaginemos una caja llena de humo. Si abrimos una pequeña rendija, el humo se disipará lentamente. Si, en cambio, abrimos dos ventanas grandes en lados opuestos, creando una corriente, el humo se evacuará mucho más rápido. Las RAH miden precisamente esa velocidad de evacuación y reemplazo. Un valor de 1 RAH significa que el volumen total de aire de la sala se renueva completamente una vez cada hora. Un valor de 6 RAH significa que el aire se renueva por completo seis veces en una hora, es decir, una vez cada diez minutos.

Este concepto es vital en la gestión de la Calidad del Aire Interior (CAI), ya que una mayor tasa de renovación implica una dilución y eliminación más rápida de los contaminantes que generamos y que se acumulan en interiores. Estos pueden incluir:

• Contaminantes biológicos: Virus (como el de la gripe o el SARS-CoV-2), bacterias, esporas de moho y alérgenos como el polen o los ácaros del polvo.
• Compuestos Orgánicos Volátiles (COV): Sustancias químicas emitidas por pinturas, muebles nuevos, productos de limpieza, ambientadores y materiales de construcción.
• Dióxido de Carbono (CO₂): Gas que exhalamos al respirar. En altas concentraciones, puede causar somnolencia, dolores de cabeza y dificultad para concentrarse.
• Partículas en suspensión (PM2.5 y PM10): Polvo, humo de cocina, partículas de la contaminación exterior que se filtran, etc.

El Efecto Directo de las RAH en la Eliminación de Contaminantes

La relación entre las RAH y la limpieza del aire no es lineal, sino exponencial. Cuanto mayor sea el número de renovaciones, más drástica y rápidamente disminuirá la concentración de partículas en el aire. El ejemplo proporcionado sobre una sala de broncoscopía es extremadamente ilustrativo y se puede generalizar.

Cuando una persona tose o simplemente habla, expulsa aerosoles que pueden contener virus y bacterias. Estas partículas permanecen suspendidas en el aire durante minutos u horas si la ventilación es deficiente. Una tasa de RAH adecuada actúa como un sistema de limpieza invisible y constante.

Para entenderlo mejor, veamos una tabla que expande el ejemplo inicial y muestra el tiempo necesario para eliminar un porcentaje de contaminantes aéreos según diferentes tasas de RAH. Estos cálculos son estándares en higiene industrial y epidemiología.

Tabla de Tiempo de Eliminación de Contaminantes Aéreos

Como se puede observar, duplicar las RAH (por ejemplo, de 4 a 8) reduce el tiempo de limpieza a la mitad. Esto es crucial en entornos de alto riesgo como hospitales, pero también es muy relevante en oficinas, aulas y en nuestros propios hogares, especialmente durante la temporada de gripe o si convivimos con personas alérgicas.

Valores de RAH recomendados para diferentes espacios

No todos los espacios requieren la misma tasa de ventilación. Las recomendaciones varían según el uso del espacio, el número de ocupantes y las actividades que se realizan en él.

¿Cómo podemos mejorar las RAH en nuestro día a día?

Aumentar la tasa de renovación de aire no tiene por qué ser complicado o costoso. Existen varias estrategias que podemos implementar:

1. Ventilación Natural: Es la forma más sencilla y económica. Abrir ventanas y puertas, especialmente en lados opuestos de la casa para crear una corriente cruzada, aumenta drásticamente las RAH. Ventilar durante 10-15 minutos varias veces al día es mucho más efectivo que tener una ventana ligeramente abierta todo el día.
2. Ventilación Mecánica Localizada: Utilizar los extractores de aire de la cocina (mientras se cocina) y del baño (durante y después de la ducha) es fundamental. Estos dispositivos están diseñados para expulsar aire viciado, húmedo y contaminado al exterior, forzando la entrada de aire fresco por otras zonas de la casa.
3. Sistemas de Ventilación Mecánica Centralizada (VMC): En edificios modernos, estos sistemas garantizan una renovación constante y controlada del aire. Los sistemas de doble flujo con recuperador de calor son especialmente eficientes, ya que precalientan o enfrían el aire entrante utilizando la energía del aire saliente, ahorrando así en calefacción y aire acondicionado.
4. Uso de Purificadores de Aire con Filtros HEPA: Es importante aclarar un punto: un purificador de aire no aumenta las RAH, ya que no introduce aire del exterior. Sin embargo, sí limpia y recircula el aire interior, eliminando un altísimo porcentaje de partículas (virus, alérgenos, polvo). Su efecto es complementario a la ventilación y es especialmente útil cuando la ventilación natural no es posible (por ejemplo, debido a la contaminación exterior o a temperaturas extremas).

Preguntas Frecuentes sobre RAH y Calidad del Aire

¿Un aire acondicionado mejora las RAH?

Generalmente no. La mayoría de los sistemas de aire acondicionado tipo split o de ventana simplemente recirculan y enfrían el aire que ya está dentro de la habitación. No introducen aire fresco del exterior, por lo que no contribuyen a mejorar las Renovaciones de Aire por Hora (RAH). Es necesario ventilar de forma independiente.

¿Es malo tener una tasa de RAH muy alta?

Desde el punto de vista de la calidad del aire, una tasa más alta es casi siempre mejor. Sin embargo, el principal inconveniente de una ventilación muy alta es el coste energético. En invierno, introducir mucho aire frío obliga a la calefacción a trabajar más, y en verano, introducir aire caliente exige más al aire acondicionado. Por eso, los sistemas con recuperación de calor son la solución más equilibrada y sostenible.

¿Cómo puedo saber el nivel de RAH de mi casa?

Medir las RAH de forma precisa requiere equipos profesionales como un medidor de CO₂ o un test de infiltración (blower door test). Sin embargo, una buena forma de monitorizar la calidad de tu ventilación es usar un medidor de CO₂. Si los niveles se mantienen por debajo de 800-1000 ppm (partes por millón) con gente en la sala, es un buen indicativo de que la ventilación es adecuada.

En conclusión, prestar atención a las Renovaciones de Aire por Hora es un paso fundamental hacia un estilo de vida más saludable y consciente del medio ambiente que nos rodea. Asegurar una ventilación adecuada en los espacios que habitamos es una de las medidas más eficaces para reducir la exposición a contaminantes, prevenir la transmisión de enfermedades y mejorar nuestro rendimiento cognitivo y bienestar general. La próxima vez que entres en una habitación, recuerda que la calidad de lo que no se ve, el aire, es tan importante como la de lo que sí se ve.