Lago de Tota: La Amenaza Tóxica Escondida

El Lago de Tota, el sistema léntico de alta montaña más grande de Colombia, es una joya natural que provee agua a más de 250,000 personas y alberga una biodiversidad única. Sin embargo, bajo su aparente tranquilidad se esconde una amenaza silenciosa. Décadas de actividades humanas, como la deforestación, la piscicultura intensiva y, sobre todo, el monocultivo de cebolla larga, han comenzado a pasar factura. El uso desmedido de agroquímicos y gallinaza cruda está deteriorando la calidad de sus aguas. Para entender la magnitud real del daño, científicos han recurrido a una herramienta fundamental: los ensayos de toxicidad, que actúan como un diagnóstico médico para el ecosistema, revelando venenos que a simple vista no se pueden ver.

Un Gigante de Alta Montaña Bajo Presión

Ubicado a más de 3,000 metros sobre el nivel del mar, el Lago de Tota no es solo un cuerpo de agua; es el corazón de una región entera. Sostiene el desarrollo agropecuario e industrial, es un imán para el turismo y un refugio crucial para la migración de aves y especies endémicas. Pero este paraíso está sometido a un estrés constante. Las principales fuentes de presión son:

• Agricultura Intensiva: El cultivo de cebolla larga en su cuenca ha crecido exponencialmente, cubriendo casi 2,500 hectáreas. Esta actividad implica la aplicación masiva de fertilizantes, como la gallinaza cruda, y una lista de más de 180 agroquímicos diferentes, incluyendo fungicidas e insecticidas.
• Piscicultura: La cría industrial de trucha arcoíris introduce un exceso de nutrientes en el agua, provenientes del alimento no consumido y las heces de los peces.
• Aguas Residuales: Los vertimientos de aguas domésticas sin tratar de tres municipios aledaños contribuyen a la carga de contaminantes.

Estos factores han provocado un proceso de eutrofización, es decir, un enriquecimiento excesivo de nutrientes. Esto se manifiesta en la disminución de la transparencia del agua, el aumento de algas (fitoplancton) y cambios en la estructura ecológica del lago. Los afluentes como El Tobal, Los Pozos y Hato Laguna actúan como venas que transportan estos contaminantes desde las zonas de cultivo directamente hacia el corazón del lago.

¿Cómo se Mide la Toxicidad del Agua? El Papel de los Bioindicadores

Cuando queremos saber si un ambiente está contaminado, no basta con medir la presencia de químicos. Es crucial entender cómo afectan a los seres vivos. Aquí es donde entra la ecotoxicología y sus ensayos. Estos estudios utilizan organismos vivos, conocidos como bioindicadores, para evaluar el impacto real de los contaminantes.

En la investigación del Lago de Tota se utilizaron dos especies clave:

1. Daphnia magna (Pulga de agua): Un pequeño crustáceo fundamental en la cadena alimenticia acuática. Es muy sensible a los tóxicos, y los efectos se observan rápidamente en su capacidad para nadar, su ritmo cardíaco, su reproducción y, en casos agudos, su inmovilidad o muerte.
2. Hydra attenuata (Pólipo de agua dulce): Un organismo simple pero extraordinariamente sensible. La toxicidad en la Hydra se manifiesta de forma muy visual: sus tentáculos se deforman formando bulbos, se acortan hasta un estado conocido como "tulipán" y, finalmente, el organismo se desintegra.

Estos pequeños seres vivos actúan como centinelas. Si ellos enferman o mueren al ser expuestos al agua o a los sedimentos del lago, es una señal inequívoca de que existen sustancias peligrosas que podrían afectar a todo el ecosistema.

Tabla Comparativa de Bioindicadores Utilizados

Resultados Alarmantes: Un Cóctel Químico Oculto

La investigación en el Lago de Tota no fue solo un ejercicio académico; sus resultados son una llamada de alerta. Se tomaron muestras de agua y de sedimentos (a través de extractos llamados elutriados) en los afluentes más críticos durante la época seca y la lluviosa para tener una imagen completa.

Los hallazgos fueron contundentes. Las muestras provenientes de los afluentes Hato Laguna, El Tobal y Los Pozos mostraron efectos tóxicos significativos. En los ensayos, los organismos de prueba enfermaron y murieron, demostrando que el agua y los sedimentos de estas zonas contienen sustancias nocivas. La Hydra attenuata, por su alta sensibilidad, fue la que reveló con mayor claridad la toxicidad presente.

Pero quizás el descubrimiento más preocupante fue la detección de al menos cinco plaguicidas que no habían sido cuantificados antes en la cuenca. Entre ellos se encuentran el aldrin, el dieldrin y, de forma especialmente alarmante, el DDT y sus derivados. El DDT es un insecticida organoclorado prohibido en gran parte del mundo desde hace décadas debido a su alta persistencia en el ambiente, su capacidad para acumularse en los tejidos grasos de los seres vivos (bioacumulación) y sus probados efectos cancerígenos y como disruptor endocrino. Su presencia indica una contaminación histórica o un uso ilegal reciente, lo cual es extremadamente grave.

¿Qué Significa Esto para el Futuro del Lago de Tota?

Estos resultados van más allá de un simple reporte científico. Indican que las actividades humanas están introduciendo un cóctel químico con un potencial destructivo para la vida acuática nativa. Las consecuencias pueden ser catastróficas y en cascada:

• Colapso de la red trófica: Organismos como la Daphnia son la base alimenticia para peces pequeños, que a su vez alimentan a peces más grandes y aves. Si la base de la pirámide se envenena, toda la estructura puede colapsar.
• Pérdida de biodiversidad: Las especies endémicas y sensibles del lago podrían desaparecer, alterando irreversiblemente la composición, estructura y función del ecosistema.
• Riesgos para la salud humana: Si bien el agua se potabiliza antes del consumo, la presencia de compuestos persistentes y peligrosos como el DDT obliga a las autoridades a reevaluar y fortalecer los procesos de tratamiento para garantizar que estos venenos no lleguen a la población.

El Lago de Tota nos está enviando una señal de auxilio. Los ensayos de toxicidad han traducido el lenguaje silencioso de la naturaleza en datos que no podemos ignorar. Es imperativo que se tomen medidas urgentes para controlar el uso de agroquímicos, promover prácticas agrícolas sostenibles y mejorar el tratamiento de las aguas residuales. El futuro del gigante de alta montaña de Colombia depende de las acciones que tomemos hoy.

Preguntas Frecuentes sobre la Contaminación en el Lago de Tota

¿Qué es exactamente un ensayo de toxicidad?

Es un procedimiento de laboratorio que expone a organismos vivos y sensibles (bioindicadores) a muestras ambientales (como agua o sedimento) para observar y medir los efectos dañinos que estas muestras provocan. Es una forma directa de evaluar el riesgo ecológico de la contaminación.

¿Por qué es tan grave encontrar plaguicidas como el DDT?

El DDT es un Contaminante Orgánico Persistente (COP). Esto significa que no se degrada fácilmente y puede permanecer en el ambiente durante décadas. Se acumula en la cadena alimenticia, alcanzando concentraciones más altas en los depredadores superiores, incluidos los humanos. Está asociado con graves problemas de salud, como cáncer y alteraciones hormonales.

¿El agua del lago sigue siendo segura para el consumo?

El estudio se centra en el impacto ecológico, no directamente en la potabilidad para humanos. Sin embargo, la presencia de estos contaminantes en la fuente de agua es una seria advertencia. Exige que las plantas de tratamiento de agua que se surten del lago cuenten con tecnologías capaces de eliminar estos compuestos específicos para garantizar la seguridad del agua que llega a los hogares.

¿Qué puedo hacer yo para ayudar a proteger el Lago de Tota?

Como ciudadano, puedes informarte y difundir esta información. Apoya a los productores locales que utilizan prácticas agrícolas sostenibles y orgánicas. Al visitar el lago, practica un turismo responsable, sin dejar basura ni contaminar. Exige a las autoridades locales y nacionales que implementen políticas de protección ambiental más estrictas para la cuenca del lago.