¿Cómo será la producción de energía eólica en las zonas rurales?

Vientos de Cambio: El Dilema Eólico de La Guajira

10/05/2025

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En el vasto y semidesértico paisaje de La Guajira, una tierra de contrastes extremos, soplan vientos que prometen cambiar el futuro energético de Colombia. Este departamento, conocido tanto por su belleza sobrecogedora como por sus profundas carencias sociales, se ha convertido en el epicentro de la transición energética del país. Múltiples proyectos para aprovechar el gas, el sol y, sobre todo, la inagotable fuerza del viento, están en marcha. Anuncian la creación de empleo y un futuro más limpio, pero bajo las aspas de los gigantescos aerogeneradores se esconde una compleja realidad social y cultural que plantea una pregunta fundamental: ¿desarrollo para quién y a qué costo?

Índice de Contenido

La Promesa de un Nuevo Dorado Eólico

La Guajira se encuentra en una encrucijada histórica. A menos de una década de que finalice la concesión de Cerrejón, la gigantesca mina de carbón que ha sido su principal motor económico y fuente de ingresos, la región se ve abocada a una reconversión. La llegada de poderosas compañías nacionales e internacionales para instalar parques eólicos es vista por muchos como una redención, una oportunidad para dejar atrás la economía del carbón y abrazar un futuro de energías limpias. La promesa es atractiva: generación de empleo, principalmente durante las fases de montaje, y la posibilidad de atraer inversión a una zona marcada por el abandono estatal y una debilidad institucional casi patológica.

¿Cómo será la producción de energía eólica en las zonas rurales?
En las zonas rurales donde se producirá energía eólica, hoy siguen cocinando con leña. Aunque los planes para extender líneas eléctricas de alta tensión hacia el resto del país están listos, los planes para llevar electricidad a las rancherías son más lentos.

Sin embargo, esta no es la primera vez que La Guajira vive una "bonanza". En el pasado, fue la sal, luego el gas y más tarde el carbón. Cada ciclo extractivo ha dejado lecciones, y las comunidades indígenas han ido aprendiendo a defender sus derechos. La gran diferencia ahora es que la materia prima, el viento, es invisible, omnipresente y, para la cultura local, profundamente espiritual.

El Choque de Mundos: Cosmovisión Wayúu vs. Recurso Eólico

Aquí radica el nudo del conflicto. Para los inversionistas y el gobierno central, el viento es un recurso, un flujo de aire medible en megavatios y convertible en capital. Para el pueblo Wayúu, la nación indígena más numerosa de Colombia, los vientos son personas, entidades con nombre y carácter propio que forman parte de su cosmogonía y su vida diaria. Como señala el antropólogo Weildler Guerra Curvelo, de origen Wayúu, los nuevos actores económicos parecen no comprender esta particularidad cultural. Ven un recurso a explotar, no un elemento sagrado con el que convivir.

Esta desconexión ha generado una profunda desconfianza. Muchos líderes comunitarios lamentan que la política energética nacional no haya sido diseñada para convertir a la población Wayúu en socia de los proyectos. En lugar de ello, sienten que han sido tratados como un requisito a cumplir a través del mecanismo de la consulta previa, y que el gobierno ha actuado más como un agente de relaciones públicas de las empresas que como un árbitro imparcial que garantice los derechos de las comunidades. La tierra donde se instalarán estos parques eólicos no son baldíos de la nación, sino más de un millón de hectáreas del principal resguardo indígena del país.

Impactos Ocultos y Preguntas sin Respuesta

Más allá del choque cultural, existen serias preocupaciones sobre los impactos a largo plazo de esta masiva transformación del paisaje. Aún no están claros los efectos acumulativos que miles de aerogeneradores y cientos de kilómetros de líneas de alta tensión tendrán sobre los ecosistemas, la fauna y la propia vida de las comunidades.

  • Impacto Ambiental y Paisajístico: Autoridades ambientales como Corpoguajira alertan sobre la posible contaminación del paisaje, un activo crucial para el potencial turístico de la región. Además, existe un riesgo significativo para la diversidad de aves, cuyas rutas migratorias podrían verse afectadas. Se pide un ordenamiento territorial que defina corredores eléctricos cuidadosamente diseñados para minimizar el daño.
  • Impacto Social: Se advierte sobre la práctica de empresas "desarrolladoras" poco conocidas que realizan las primeras consultas, pactan pequeñas compensaciones con los clanes y luego venden los proyectos ya "viabilizados" a grandes multinacionales. Esto fragmenta la responsabilidad y dificulta el diálogo a largo plazo.
  • El Factor Demográfico: El Estado colombiano no tiene un censo preciso de la población Wayúu, con estimaciones que varían entre 370,000 y 800,000 personas. Sumado a esto, las altas tasas de analfabetismo, que en municipios como Uribia podrían superar el 65%, crean un desequilibrio de poder abismal en las mesas de negociación.
Aspecto ClaveVisión Empresarial / GubernamentalVisión Comunidad Wayúu
El VientoUn recurso natural renovable, cuantificable y explotable para generar energía limpia y rentabilidad económica.Una entidad espiritual, un ser vivo con carácter y nombre propio, parte fundamental del territorio y la cultura.
El TerritorioUn espacio físico con potencial para la instalación de infraestructura energética, sujeto a licencias y permisos.Un espacio ancestral, colectivo y sagrado, base de la identidad, la cultura y la supervivencia del pueblo.
El DesarrolloConstrucción de infraestructura, generación de empleo (temporal), inversión y aporte de energía al sistema nacional.Mejora de las condiciones de vida básicas: acceso a agua potable, electrificación rural, educación, salud y seguridad alimentaria (Buen Vivir).
La NegociaciónUn proceso de consulta previa para obtener la licencia social, cumplir cronogramas y pactar compensaciones.Un diálogo entre iguales para ser socios del proyecto, no solo vecinos. Un espacio para defender derechos y asegurar beneficios duraderos.

La Gran Paradoja: Luz para el País, Oscuridad en la Ranchería

Quizás la contradicción más dolorosa de este proceso es la paradoja energética. Mientras se planifican y construyen las líneas de alta tensión para transportar la electricidad generada en La Guajira hacia el centro del país, las comunidades que serán vecinas directas de los aerogeneradores siguen cocinando con leña y viviendo sin luz eléctrica. En la comunidad de Paraíso, en Uribia, como parte de una consulta, se recibió la promesa de soluciones con paneles solares para las viviendas. En Tankamana, una comunidad de más de 40 familias sin agua ni electricidad, se anhela que la llegada de la empresa privada supla las carencias que el Estado nunca resolvió.

Líderes como Sindy Mejía Pimienta y el abogado Rafael López relatan cómo han luchado para que las compensaciones se traduzcan en proyectos concretos, como microacueductos para tener agua potable. López lamenta no haber logrado ser socios de los proyectos y cómo el proceso de consulta incluso llegó a dividir a su propia comunidad por desacuerdos sobre la gestión de los recursos. La historia se repite: donde hay líderes con formación profesional, el diálogo es menos desigual. Pero en las rancherías donde predomina el analfabetismo, una negociación justa parece una utopía.

Construyendo Puentes en un Terreno Desigual

Algunas empresas, como Celsia, afirman estar intentando aprender de los errores del pasado. Buscan formalizar y capacitar a emprendedores locales para que se conviertan en sus proveedores e intentan acordar con las comunidades proyectos que realmente mejoren sus condiciones de vida. Es un primer paso, pero construir la confianza necesaria entre estos nuevos vecinos tomará años, si no décadas.

El desafío es monumental. La Guajira necesita un desarrollo que vaya más allá de la simple extracción de sus recursos, ya sea carbón o viento. Necesita un Estado fuerte y legítimo que actúe como mediador, que garantice los derechos de las comunidades y que asegure que los beneficios de esta transición energética se queden en el territorio, cerrando las brechas históricas de pobreza y abandono. De lo contrario, los vientos de cambio solo moverán las aspas de los molinos, dejando a su sombra las mismas necesidades de siempre.


Preguntas Frecuentes (FAQ)

¿Por qué se instalan tantos proyectos eólicos en La Guajira?

La Guajira posee condiciones de viento excepcionales, consideradas de las mejores del continente. Sus vientos son fuertes y constantes, lo que la convierte en un lugar ideal para la generación de energía eólica a gran escala, en línea con el objetivo de Colombia de diversificar su matriz energética.

¿Las comunidades locales se benefician directamente de esta energía?

Es complejo. El beneficio directo es limitado. La energía producida se inyecta al Sistema Interconectado Nacional para abastecer al país. Las comunidades no reciben electricidad gratis o a menor costo. Sus beneficios provienen de los acuerdos de compensación pactados durante la consulta previa, que pueden incluir proyectos de electrificación con paneles solares, acceso a agua o mejoras en infraestructura, pero no son una consecuencia directa de la energía generada.

¿Cuál es el principal conflicto cultural?

El conflicto principal radica en la diferencia de cosmovisión. Para las empresas y la cultura occidental, el viento es un recurso físico y económico. Para el pueblo Wayúu, es una fuerza espiritual y un ancestro, parte integral de su territorio sagrado. Esta diferencia fundamental de percepción genera tensiones sobre el uso y la "explotación" del territorio.

¿Qué son exactamente las "consultas previas"?

La consulta previa es un derecho fundamental de los pueblos indígenas reconocido en Colombia. Obliga a que el Estado y las empresas consulten a las comunidades antes de tomar decisiones o ejecutar proyectos que puedan afectarles. En teoría, busca su consentimiento libre, previo e informado. En la práctica, a menudo se convierte en una negociación sobre compensaciones económicas o sociales a cambio de la viabilidad del proyecto.

¿Cuáles son los principales riesgos ambientales de los parques eólicos?

Los principales riesgos incluyen la colisión de aves con las aspas de los aerogeneradores, especialmente en rutas migratorias; la alteración del paisaje natural y la fragmentación del hábitat por la construcción de caminos e instalación de turbinas; el ruido constante; y el impacto visual de las extensas líneas de transmisión eléctrica que atraviesan el territorio.

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