17/01/2025
En la memoria de un México convulso, marcado por movimientos sociales y un anhelo de cambio, germinó una lucha que durante décadas permaneció en las sombras: la de la comunidad homosexual. Antes de que las siglas LGBT+ fueran parte del vocabulario común, existía un término discreto, casi un código entre iniciados, para referirse a quienes amaban diferente: eran la “gente de ambiente”. Este es el relato de cómo esa comunidad, impulsada por la valentía de figuras pioneras y la injusticia cotidiana, pasó de las reuniones clandestinas a tomar las calles, sentando las bases de un movimiento que hoy sigue exigiendo igualdad y respeto.

Para entender el nacimiento del movimiento de liberación homosexual en México, es crucial mirar hacia atrás, a la década de los 60. El país vivía una época de aparente prosperidad económica conocida como el “milagro mexicano”, pero bajo la superficie bullía el descontento social. La juventud, inspirada por las corrientes de contracultura globales, comenzaba a cuestionar el autoritarismo del régimen priista. Este caldo de cultivo de activismo y protesta alcanzó su punto más álgido y trágico con el movimiento estudiantil de 1968. Fue en este ambiente de desafío al status quo donde muchas de las futuras figuras del activismo gay y lésbico forjaron su conciencia política, aprendiendo a organizar, manifestarse y, sobre todo, a no permanecer en silencio.
Nancy Cárdenas: La Matriarca que Encendió la Llama
En el corazón de esta gesta se encuentra una figura imprescindible: Nancy Cárdenas. Dramaturga, poeta, directora de teatro y activista incansable, Cárdenas fue una mujer adelantada a su tiempo. Su participación activa en las protestas estudiantiles de 1968, donde fue detenida, demostró su compromiso inquebrantable con la justicia. A principios de los años 70, mientras los movimientos de liberación gay en Estados Unidos y Europa ganaban visibilidad, Nancy se dio cuenta de la imperiosa necesidad de organizar una lucha similar en México, un país donde la homosexualidad era un tabú castigado con el despido, la violencia policial y el ostracismo social.
El catalizador que transformó la reflexión en acción llegó en 1971. Un empleado de la tienda departamental Sears fue despedido sumariamente por su presunta “conducta homosexual”. La injusticia era flagrante y se convirtió en la gota que derramó el vaso. En respuesta, Nancy Cárdenas convocó a una reunión de intelectuales, artistas y amigos, cerca de 30 personas que compartían la misma indignación. De este encuentro nació un grupo de reflexión que se autodenominó “gente de ambiente”, y que se convertiría en la semilla del primer colectivo organizado del país.
El Frente de Liberación Homosexual: Un Manifiesto de Existencia
Aquel grupo de reflexión no tardó en evolucionar. En 1971, con la urgencia de dar un paso adelante, Nancy Cárdenas, junto a otros valientes como el escritor Luis González de Alba y el activista Juan Jacobo Hernández, cofundó el Frente de Liberación Homosexual (FLH), la primera organización de su tipo en la historia de México. Su primer acto de visibilidad fue monumental: la redacción y publicación del primer manifiesto homosexual del país. Este documento, que vio la luz en la influyente revista “Siempre!”, fue una declaración audaz de existencia y una demanda de derechos en una sociedad que se negaba a reconocerlos. Por primera vez, se articulaba públicamente una voz colectiva que decía: “Aquí estamos, somos homosexuales y merecemos dignidad”.
De la Reunión Secreta a la Marcha Pública
El trabajo del FLH y otros grupos incipientes comenzó a rendir frutos, aunque el camino seguía plagado de peligros. La violencia y la represión policial eran una constante. Sin embargo, la semilla del orgullo ya estaba plantada. El año 1978 marcó un hito: por primera vez, un contingente de hombres y mujeres homosexuales se atrevió a marchar públicamente. Aunque lo hicieron dentro de una manifestación más grande en apoyo a la Revolución Cubana el 26 de junio, su presencia fue un acto de autoafirmación sin precedentes. Se declararon, por primera vez en la calle, como un grupo orgulloso de ser gay.
Un año después, en 1979, el movimiento dio un paso gigantesco. Se organizó la primera marcha del orgullo homosexual de México. Esta vez, no eran un anexo de otra causa; marchaban por sus propios derechos. La convocatoria fue liderada por tres grupos fundamentales: el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR), el Grupo Lambda de Liberación Homosexual y OIKABETH, pionero del movimiento lésbico feminista. El objetivo era claro: exigir el fin de la violencia policial y social y reclamar su lugar en la sociedad.
Evolución del Movimiento: De la Liberación a la Supervivencia
La década de los 80 trajo consigo un nuevo y aterrador enemigo: la pandemia del VIH/SIDA. La crisis sanitaria golpeó con especial dureza a la comunidad gay, desatando una ola de pánico, estigmatización y desinformación. El enfoque del movimiento tuvo que adaptarse drásticamente. Las marchas y el activismo se volcaron a la lucha por la vida. Se crearon organizaciones no gubernamentales dedicadas a ofrecer apoyo médico, brindar información veraz y combatir el estigma asociado a la enfermedad. La Semana de la Cultura Gay, iniciada en 1982, se convirtió en un espacio crucial para la educación a través de talleres, cine y pláticas.
No fue hasta la década de los 90 que el gobierno mexicano comenzó a involucrarse tímidamente, lanzando campañas de prevención y recomendando el uso del condón. Este cambio, aunque tardío, fue en gran parte resultado de la presión y el trabajo incansable de los activistas que durante años habían luchado en solitario.
Tabla Comparativa: Evolución del Movimiento LGBT+ en México
| Característica | Años 70 | Años 80 y 90 |
|---|---|---|
| Enfoque Principal | Visibilidad, formación de grupos, lucha contra la represión policial. | Lucha contra la pandemia del VIH/SIDA, educación, creación de ONGs de salud. |
| Actores Clave | Intelectuales, artistas, activistas pioneros (FLH, Lambda, FHAR). | Activistas de la salud, organizaciones no gubernamentales, comunidad médica. |
| Visibilidad | Primeras marchas, manifiestos, reuniones clandestinas. | Semanas culturales, campañas de información, mayor presencia mediática (ligada a la crisis). |
| Relación con el Gobierno | Confrontación y represión. Nula cooperación. | De la indiferencia inicial a una tímida colaboración en campañas de prevención en los 90. |
Legado y Retos Pendientes
Nancy Cárdenas falleció el 23 de marzo de 1994, víctima de cáncer de mama. Irónicamente, su muerte fue opacada por el magnicidio de Luis Donaldo Colosio, ocurrido el mismo día. Sin embargo, su legado es imborrable. En 1995, se creó en su honor el “Centro de Documentación y Archivo Histórico Lésbico de México, América Latina y el Caribe Nancy Cárdenas”, consolidando su estatus como la madre del movimiento LGBTTTI en México.
Han pasado más de 40 años desde aquella primera marcha y, aunque se han logrado avances significativos en materia de derechos y visibilidad, la lucha está lejos de terminar. La discriminación, la violencia y la falta de información siguen siendo realidades que afectan a la comunidad. La historia de la “gente de ambiente” es un recordatorio poderoso de que cada derecho conquistado es el resultado de la valentía de quienes se atrevieron a desafiar el silencio. Su memoria nos impulsa a seguir marchando, a seguir luchando y a no olvidar nunca que la historia de la diversidad sexual en México es una parte fundamental de la memoria de nuestro país.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
¿Quiénes eran la “gente de ambiente”?
Era un término coloquial y discreto utilizado en México durante los años 60 y 70 para referirse a las personas homosexuales (hombres y mujeres). Funcionaba como un código para identificarse entre sí en una sociedad altamente represiva, antes de que se adoptaran términos como “gay”, “lesbiana” o las siglas del movimiento.
¿Por qué es tan importante la figura de Nancy Cárdenas?
Nancy Cárdenas es considerada la “matriarca” del movimiento LGBT+ en México porque fue la principal impulsora y cofundadora de la primera organización de liberación homosexual del país, el FLH, en 1971. Su activismo, su capacidad de convocatoria y su valentía para publicar el primer manifiesto homosexual fueron cruciales para dar una voz política y organizada a la comunidad.
¿Cuál fue el detonante para la creación del primer grupo organizado?
El evento específico que catalizó la formación del primer grupo de reflexión, que luego se convertiría en el Frente de Liberación Homosexual (FLH), fue el despido injustificado de un empleado de la tienda Sears en 1971 por su supuesta “conducta homosexual”. Este acto de discriminación movilizó a Nancy Cárdenas y a otros intelectuales a organizarse.
¿Cómo afectó la crisis del SIDA al movimiento en los años 80?
La crisis del VIH/SIDA transformó radicalmente el enfoque del movimiento. La lucha por la visibilidad y los derechos políticos se vio complementada, y en muchos casos superada, por la lucha por la supervivencia. El activismo se centró en la creación de redes de apoyo, la difusión de información para la prevención, la exigencia de atención médica digna y la lucha contra el estigma y la desinformación que rodearon a la enfermedad.
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